CARTAS - Séneca -

Pertenece a la LITERATURA ROMANA del siglo IV a.n.e 

𝔑inguno de nosotros es en la vejez el mismo que fue de joven; ninguno de nosotros es al día siguiente el mismo que el día anterior. Nuestros cuerpos son llevados al modo de los ríos. Cuanto ves corre con el tiempo, nada de lo que vemos permanece; yo mismo, mientras digo que las cosas cambian, he cambiado. Es lo que dice Heráclito: "Nos metemos dos veces en el mismo río y no nos metemos dos veces en él". Porque el nombre del río sigue siendo el mismo, pero el agua ya ha pasado.
Esto es más evidente en el río que en el hombre, pero no es menos veloz la corriente que nos lleva a nosotros. Precisamente por esto me sorprende nuestra locura, eso de querer tanto el cuerpo, una cosa tan y tan pasajera, y eso de temer que alguna vez nos moriremos, cuando cada momento es la muerte de la anterior condición. ¡Haz el favor de dejar de temer que te ocurra de una vez por todas lo que te ocurre cada día!

Nadie es tan ignorante como para no saber que algún día tiene que morir. Sin embargo, cuando está cerca de ese momento, se revuelve, tiembla y llora. Alguien que llorase por no haber vivido mil años atrás, ¿no te parecería el más estúpido de todos? Es igual de estúpido quien llora porque no vivirá dentro de mil años. No existías y no existirás: ambas cosas son iguales. Ninguno de esos dos tiempos te pertenece.

En este texto Séneca nos indica que las personas tenemos miedo a la  muerte, y que no hay que tener ese miedo porque sabemos que a todos nos llega el día. 

A la muerte no hay que tenerle miedo, porque nacemos para eso, para morir. La muerte forma parte de la vida. 

Y es muy duro pensar así, pero desgraciadamente es la realidad y no podemos hacer nada por evitarlo.

Nunca podemos saber ni cuándo ni cómo ni dónde va a llegar nuestra hora, porque la muerte está en todos lados. 

Por eso, cada segundo que vaya pasando de la vida hay que disfrutarlo, reír, ser feliz y sobretodo disfrutar el momento, "CARPE DIEM". La vida es un regalo que nos ha dado, y gracias a una madre que nos ha dado la vida debemos agradecerla de habernos traído aquí. y por más que suframos y lo pasemos mal muchas veces, no hay que venirse abajo ni querer que la muerte llegue cuanto antes hacia nosotros solo por estar pasando malas rachas. De todo en esta vida se sale, y nada es imposible, excepto la muerte. Una vez que nos hemos ido de este mundo, no podemos hacer nada, todo se ha acabado.