Cuando me paro a contemplar los años
que han esparcido huyendo mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome ardí,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido.
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mí vuelvo, y me encuentro tan desnudo
que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tanto dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi estrella, oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte,
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
"y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra".
"¡Oh mi estrella, oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte,
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
que han esparcido huyendo mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome ardí,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido.
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mí vuelvo, y me encuentro tan desnudo
que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tanto dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi estrella, oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte,
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
A lo que más se refiere este texto es a la queja y el dolor.
Podemos encontrar algunas metáforas como: "rota la fe de los amorosos engaños"
"y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra".
En el verso "helándome ardí" es una contraposición y una paradoja. El hielo es una destrucción.
Cuando dice "y me encuentro tan desnudo", a lo que se refiere es que se siente vacío, lo ha perdido todo, no tiene absolutamente nada.
En el verso siguiente donde dice "que siento envidia por cualquier extrema suerte" es una hipérbole.
El apóstrofe lo encontramos en las tres últimas líneas de los versos:
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
Estos versos también pertenecen a exlamación. Son expresiones apelativas.